miércoles, 18 de noviembre de 2009

Jhon Dewey


Jhon Dewey
Filósofo, pedagogo y psicólogo norteamericano.
La primera obra publicada por Dewey fue -lo cual es significativo- una Psychology; en ella demostró su autor que la naturaleza y la función "instrumentales" de la inteligencia son el principio esencial del pensamiento filosófico; la filosofía -da a entender allí- no es una parienta de la psicología, sino una hija bastarda de la misma. La forma de esta descendiente empezó a aparecer en Esbozos de una teoría crítica de la ética, que tres años después se convirtió en The Study of Ethics.

Entre las dos obras, y como explicación, según Dewey, del desarrollo que se había producido de la primera a la segunda, surgieron los Principios de psicología de James, quien, después de Hegel, ejerció sobre su ideología la mayor influencia.

Mientras tanto, Dewey había empezado a aplicar la teoría instrumentalista a otros ámbitos -la educación y la lógica- en los cuales, con unas conclusiones alabadas por unos y condenadas por otros, contribuiría a la aparición de revoluciones de alcance mundial. Sus principios pedagógicos -renuncia total a los métodos y objetivos tradicionales de la enseñanza- fueron expuestos en Escuela y sociedad, texto publicado en 1903.
Dewey sitúa el fin de la educación en el adiestramiento de los hombres en la "adaptación" a su ambiente y en la reconstitución de éste de la manera más adecuada a sus deseos y necesidades.
En 1916, cuando publicó su tratado más elaborado, Democracia y educación, el "Movimiento de la Educación Progresiva" podía considerarse definitivamente en marcha. En 1903, Dewey había escrito asimismo Studies in Logical Theory, obra que en 1938 daría lugar a Lógica. La teoría de la investigación, pero también, singularmente, en 1920 a Reconstrucción en filosofía, acusación plena de la metafísica tradicional y de la práctica misma de la contemplación o de la especulación como fin en sí en cuanto lujo inútil de las ociosas clases ricas.

La dilatada existencia de Dewey le permitió llegar a deplorar ciertas consecuencias, profundamente ajenas a su liberalismo humanitario, de algunos movimientos revolucionarios alentados por sus propias teorías.

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